En innumerables ocasiones nuestro estudio recibe consultas por causas demoradas, pero qué hay detrás de la demora en los resultados de reclamos llevados a la justicia? Este interrogante intentaremos dilucidar en este breve post.

Cuando una controversia es dirimida en la órbita judicial (en adelante tribunales) es porque el resto de las instancias se han agotado (imposibilidad de diálogo entre las partes, posibilidad de conciliar pretensiones en desmedro abusivo de otra, existencia de mala fe, etc.), y se recurre a uno de los tres poderes del Estado (Poder Judicial) que monopoliza la administración de justicia. Previo a esta instancia ya interviene asesores auxiliares de la justicia (los abogados), quienes estructuran la estrategia con miras al éxito del reclamo que realiza la parte (actividad extrajudicial).

Merece la pena resaltar lo que acontece en el fuero laboral, en donde es conocido por todos los trabajadores la existencia de posibilitar “acuerdos “, pero depende de las dos variables que mencionamos en el párrafo anterior. Otras veces, se celebran acuerdos informales (acuerdos de palabra o verbales), en los que una de las partes resulta incumplidora.

En tribunales se suscitan cuestiones que resultan de imposible predicción. En ocasiones el actuar del letrado especializado resulta de relevancia preponderante a los fines de su resolución y evitar el abandono, mientras que en otras la agilidad del juzgado interviniente es determinante, existiendo algunas zonas geográficas con una desmedida demora y resaltando el desfinanciamiento que viene sufriendo la justicia, la cual no tiene crecimiento acorde a la diversidad conflictual y aumento demográfico.

Así lo enfatizan los diarios especializados en la materia, que explican los siguientes puntos:

• "Hasta ocho años puede demorar un juicio laboral en Córdoba".
• "Schiaretti anunció reformas procesales para Córdoba".
• "Por la mora, proponen sumar horario vespertino a los tribunales laborales".